HTML por defecto no es muy atractivo visualmente. Los estilos ayudan a hacer el contenido más atractivo — permitiéndote aplicar colores, tamaños, fuentes y disposición a los elementos.
Los estilos en línea se aplican directamente a un elemento HTML utilizando el atributo style. Esta es una solución rápida para elementos individuales, pero no se recomienda para proyectos grandes.
Detalles del Código
<p style="color: red;">This text is red.</p>
<h1 style="font-size: 40px;">Large Heading</h1>
Vista Previa
This text is red.
Un bloque <style> dentro de la sección <head> de un documento HTML te permite definir reglas CSS internas. Esto es útil cuando deseas reglas aplicables a toda la página sin crear un archivo separado.
La mejor práctica es organizar los estilos en un archivo separado y cargarlo con una etiqueta <link> en el <head>. Esto hace que tu código sea más limpio y reutilizable.
Las propiedades CSS más utilizadas incluyen el color del texto (color), el tamaño de fuente (font-size), la familia de fuente (font-family) y la alineación del texto (text-align). Dominar estas propiedades permite mejoras visuales significativas.
No uses demasiados métodos de estilo diferentes en la misma página. Recuerda que los estilos en línea sobrescriben el CSS externo, lo que complica el mantenimiento. Siempre busca la simplicidad y la coherencia.
Los estilos definen cómo se ve una página web. Los elementos HTML básicos pueden tener estilos aplicados en línea, mediante bloques de estilo incrustados o a través de archivos CSS externos. Elegir el método adecuado da como resultado un código más limpio y mantenible.
<!DOCTYPE html>
<html>
<head>
<style>
body {
Arrastra el elemento aquí
}
</style>
</head>
<body>
<h1>Hello</h1>
</body>
</html>
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